
¿Qué, cuando y cómo se habla del Parto Humanizado?
¿Dónde y en qué contexto has escuchado hablar sobre el parto humanizado o el parto respetado?
Si has escuchado este concepto en la prensa, seguramente recordarás que las comunicaciones, al respecto han sido muy diversas e incluso opuestas. En las últimas décadas, el modelo de parto humanizado ha ganado presencia en el debate público y esto en teoría es altamente positivo pero no siempre es comunicado de esta manera.
Narrativas que dificultan la gestión del cambio
a. El parto humanizado como “privilegio de élite”
En varios medios, se ha presentado el parto humanizado como una prestación exclusiva de clínicas privadas o como un “lujo” accesible solo para ciertos grupos socioeconómicos. Esta narrativa distorsiona el objetivo del modelo y lo presenta como un capricho de clases altas, cuando en realidad se trata de un modelo basado en derechos humanos y evidencia científica que debiera ser accesible para todas las personas gestantes.
Impacto: Esta percepción contribuye a que el parto humanizado no se reconozca como un derecho, lo cual dificulta su incorporación en políticas públicas, reglamentos y protocolos clínicos a nivel nacional.
a. El estigma del “parto hippie”o salvaje
Otra narrativa recurrente es la asociación del parto humanizado con una práctica “hippie”, improvisada o informal. Este enfoque caricaturiza el modelo, asociándolo a un estilo de vida alternativo o alejado de lo médico, lo que genera desconfianza en la población general y en parte del personal sanitario.
Impacto: Reproduce prejuicios sobre la seguridad del modelo y reduce su legitimidad frente a modelos biomédicos tradicionales, dificultando su implementación en instituciones de salud.
b. Violencia obstétrica: una verdad incómoda
La cobertura mediática centrada en la violencia obstétrica ha sido crucial para visibilizar prácticas nocivas dentro de la atención obstétrica. Sin embargo, cuando esta narrativa se centra solo en la denuncia sin espacio para el diálogo o la propuesta, puede generar resistencia por parte del personal de salud, que se siente atacado o estigmatizado.
Impacto: Aunque necesaria, esta forma de comunicación puede polarizar el debate e impedir que el modelo humanizado sea percibido como una mejora para todo el sistema de salud. Es imprescindible equilibrar y elegir el lugar y la forma en que usamos este concepto para prevenir enfrentamientos sin resultados positivos
¿Y tú qué otras narrativas has escuchado que dificultan el acceso a la salud?
Revisa el articulo completo en https://descentrados.cl/nacional/cuando-la-desinformacion-obstaculiza-el-derecho-a-la-no-violencia/